Encontrando los defectos de mis sueños,
contagiado por el deseo,
muriendo por la vida misma,
de esa manera es mi futuro existente,
con la sorpresa de la muerte que me abrasa,
mando mi existencia rápidamente,
al refugio de cadáveres,
huyendo al rincón del miedo,
junto con los sentimientos de la presión de mis días,
dejándome inerte para la búsqueda de mi salida grotesca,
solo sentado,
rallando las paredes del rincón del miedo,
creando figuras de muerte inconscientemente,
dejando los restos de mi idiotez en mis manos,
demacrando mis salidas,
para huir de este tormento.
Quiero que alguien abrace
mi sombrío corazón rasgado,
colgado entre pensamientos que no me dejan
levantarme de este lugar.
¿Por qué me ahogo en este rincón del miedo?
Si casi no he llorado
solo dos paredes presionan mi corazón hundido,
haciendo sufrir mi alma así como mi existencia.
Quisiera dar un paso de este círculo que se dibuja en mi mente,
quisiera tomar la mano de la luz de mi ventana,
y huir del rincón del miedo,
pero mientras tanto,
solo me queda crear imágenes de salvación,
que solo pueda trazar en mi rincón del miedo.
José Edmundo González Mejía
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